La situación actual

El día Jueves 28 de Abril, a las 10:40 de la mañana, tocan a la puerta del centro social Arkatraz una persona representante de la empresa Metrovacesa, acompañado de dos personas más, dándonos el plazo de dos horas para desalojar el lugar donde hemos puesto nuestra energía durante un año y medio. Acción prácticamente imposible teniendo en cuenta que convivimos con más de 20 animales, que tenemos un huerto con plantas y árboles a los que hemos cuidado y que no podemos abandonar sin más, que tenemos un material que nos ha costado un esfuerzo crearlo y que costaría trasladarlo mucho más tiempo que el plazo irrisorio dado.

Todo esto ¿por qué? Metrovacesa es la empresa líder en España de inmobiliarias, tiene un valor bruto de los activos de 8.082 millones de Europa a septiembre del 2010, el 76% de esta cantidad corresponde a la cartera de patrimonio, valorada en más de 6.500 millones de euros. Su presupuesta misión, inscrita en su página web es generar valor para los accionistas, asegurando la satisfacción de los clientes y proveedores, creando un entorno de trabajo atractivo que asegure el desarrollo personal y profesional de los empleados y fomentando una cultura de respeto por el medio ambiente y la integración de los colectivos más desfavorecidos en la sociedad . (www.Metrovacesa.com) .Los principales accionistas son bancos, entre ellos Banco Santander, BBVA, y Banco Popular.Y nos preguntamos entonces, si presumen de valores como la integración y desarrollo personal ,¿cómo son capaces de construir el Centro Comercial Arenas? ¿a que colectivos de desfavorecidos ayudan? ¿A los que tienen el suficiente capital económico para invertir en un consumismo desbordante e innecesario como ropa de moda, última tecnología, joyería& ? Y que hacen para preservar el medio ambiente ¿promover la propagación del ladrillo?

Ahora nos llegó el turno a nosotros, y para promover su filosofía medioambiental y de integración quieren despojarnos de un lugar que llevaba abandonado mucho tiempo y que hemos rehabilitado gracias al esfuerzo de los que han creído en nuestro proyecto social, teniendo que abandonar por ello un huerto con árboles frutales, un espacio con animales, y distintos lugares en los que se llevan cabo diferentes formas de expresión artística.

Nuestro proceso judicial no lo consideramos justo porque a parte de que Metrovacesa tenga un poder económico fuerte eso no da pie, para negar a las personas su defensa ante un juicio, ya que de los 14 implicados en el proceso judicial, ninguno fue avisado de su situación, no sólo por carta si no tampoco a través del Boletín Oficial del Estado, alegan que vinieron al Centro Social a avisar de que estábamos en un proceso judicial, pero lo encontraron tapiado y por ello no pudieron informarnos& Nos parece una extraña coincidencia que el día de informarnos de nuestro proceso judicial, para que pudiéramos habernos defendido lo encontraran tapiado y el día que pretenden desalojarnos, se encuentren las puertas del centro Social abiertas, hecho que siempre sucede ya que Artkatraz es un centro social, abierto siempre a todos.

Ahora la sentencia está dictada, ya que los cinco días que suceden a la sentencia de un juicio para reclamar han pasado, porque no nos notificaron de dicho juicio. No nos podemos defender, no nos dan la oportunidad de ni siquiera mostrar todo lo que llevamos acabo en el centro con un objetivo social y no nos dan ni siquiera el plazo necesario para poder buscar otro lugar con tiempo en el que poder estar. Todo esto conlleva que más de 40 personas se queden sin un lugar para vivir, que se tenga el riesgo de perder materiales de un valor económico importante, el impedimento de continuar con un proyecto social de un gran valor humano, y la carencia de espacios de creación y formación gratuita.

A día de hoy el desalojo está suspendido hasta una supuesta nueva notificación con fecha de desalojo. Nuestra incertidumbre es grande, ya que no sabemos si recibiremos dicha notificación, porque las anteriores no fueron recibidas. Mientras , convivimos con esta duda, de no saber cuándo llegará el momento de abandonar nuestro hogar y proyecto, aún así seguimos nuestros objetivos, entre ellos, impartimos talleres, hacemos cabarets, regamos el huerto& esperando que a la hora del desalojo tengan en cuenta nuestro esfuerzo y nuestra dedicación de haber rehabilitado durante más de un año, un espacio completamente abandonado, sin ningún ánimo de lucro, para que una gran número de personas libremente puedan disfrutar de una alternativa al modelo de desarrollo social actual, que consideramos opresor y discriminatorio. Pero ante todo, seguimos creyendo en nuestro proyecto, y no porque nos quiten un espacio material nos despojaran de nuestras ideas.